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domingo, 22 de febrero de 2015

Ese maldito “resultadismo"...

Es el 21 de febrero del 2015, el escenario es la colonia Noche Buena del Distrito Federal, para ser más exacto, en el Estadio Azul. Es la séptima jornada, se juega el minuto 83’ de un Cruz Azul – Guadalajara, tiro libre para los tapatíos al borde del área grande que convierte en gol Marco Fabián, quien no festeja efusivamente por respeto a su ex equipo y agradece con las manos al cielo, en memoria de su hermano.

Cruz Azul pierde el invicto y tambalea su liderato del torneo, un Chivas que se juega la permanencia le ha hecho dos goles en 5 minutos. ¿Cómo se llama eso? Algunos ya le llaman “Cruz Azulear”, prefiero decirle “resultadismo”

(Resultadismo, es una expresión futbolera que no tiene un punto de partida, se podría  demorar horas en definir su concepto, tanto como hoy en día definir si el mejor jugador del mundo es un argentino o un portugués)

Varios técnicos del futbol mexicano son “resultadistas” por la manera en la que proponen el futbol que desarrolla su equipo. Lo veo todas las semanas, tal equipo maneja bien el balón, tiene llegada, termina sus jugadas con ataques peligrosos, llega el gol por el que se trabaja en la semana, y en ocasiones se percibe, el equipo tiene para anotar más, para ir al frente y dar un buen partido ofensivo… pero al entrenador le pasa por la mente lo contrario, varias veces con el 1-0 dejan de proponer y deciden cambiar algún jugador, cambiar de esquema, dejar de presionar la salida del rival y tirarse a defender, esperando un contragolpe, ante esto está por demás mencionar lo importante que es la reacción del rival, quien al verse superado por momentos y que de repente tenga la oportunidad de contar con más iniciativa, decide atacar, poner más gente en la delantera, ajustar el medio campo. 

¿Y que termina sucediendo? Empates de último minuto como el Toluca – Santos de la semana pasada, o que te hagan 2 goles en 5 minutos, en un partido que en el 1er tiempo dominabas cómodamente como es el caso del Cruz Azul – Chivas.

Varios factores pueden influir al momento de dejar de proponer con el balón en un partido y amarrarse a defender un resultado. De esa mencionada variedad de factores, existen dos que son de llamar la atención, el primero es la falta de mentalidad de equipos “grandes” tenemos varios equipos “populares” pero un grande de momento no, no quiere decir que nunca un equipo en verdad grande se haya tirado atrás para logar un resultado, lo que destaca es la trascendencia del resultado que buscan y  que han encontrado.

No dejar de proponer al comienzo del 2do tiempo un 1-0 contra un equipo con hambre de triunfo en problemas de descenso.

Otro factor, es el sistema de competencia, un torneo tan corto exige resultados en un tiempo más corto que en otros lugares del mundo, acá si el técnico, no suma algunos puntos en las primeras cinco jornadas, ya tiene la soga al cuello.


El verano pasado el “resultadismo” llego a un lugar donde nunca lo quisimos encontrar, fue invitado al estadio Castelao, en Brasil, aproximadamente al minuto 61’, ¿de qué partido era? Nada y más y nada menos que la antesala de nuestra obsesión en Copas del Mundo, un desconocido quinto partido. México jugaba contra Holanda los octavos de final, con gol de Giovanni Dos Santos se ganaba 1-0 en el 48’, nuestra selección jugaba con un 5-3-2 al minuto 61’ Miguel Herrera y su cuerpo técnico deciden sacar a Gio y meter a Javier Aquino, y por ende cambiar de esquema a un 5-4-1 ese único hombre en punta era Oribe Peralta un peligro latente, quien para el minuto 78’ ya estaría chochando las palmas y deseando buena suerte a Javier Hernández, alguien quien también es un goleador, pero solo en punta difícilmente puede causar peligro. Del momento del ultimo cambio al momento en el que el árbitro silbará el final del partido NO quedaba mucho tiempo, pero lo que ocurrió después del 78’ SI se quedará por mucho tiempo en nuestra memoria…





domingo, 1 de febrero de 2015

Un súper domingo MX.

De las cosas más lindas para el aficionado al fútbol y para el propio futbolista es que su equipo sea campeón. Es ahí donde nacen los grandes ídolos de los clubes y uno decide apoyar a tal equipo.

Te cuento.El hecho de hacer torneos cortos en la liga mexicana nos ha dado un desfile muy largo de campeones, seguramente puedes recordar al equipo al que apoyas saliendo campeón de liga del 96' para acá, (claro algunas excepciones visten de azul, otras de rojinegro, etc.). 

Y nuestra memoria muchas veces no recuerda la manera en la que se jugó la final, o se nos olvidan detallitos,si se desplegó un buen fútbol, pues lo importante es ver al capitán levantar la Copa. Lo importante es "ganar, ganar, ganar y volver a ganar", como lo decía el estratega español Luis Aragonés. O existe quien recuerda con lujo de detalle la final disputada por el equipo de sus amores.

Pero... Cuando nuestro equipo no es finalista, o en la final ni siquiera la juega un equipo que nos cae mal, o de perdida el equipo al que le va el camarada para echarle un poquito de sal a la herida por si llega a perder. ¿No creen que hace falta un poco de espectáculo? un juego abierto, llegadas de gol, 90 minutos donde sabemos que los equipos se van a partir el alma por la gloria de ser campeón. A lo que voy es que con las finales a ida y vuelta, llego a sentir que hace falta algo distinto, para culminar una temporada más de nuestro fútbol, no todos, pero la mayoría de los directores técnicos en México, optan por jugar las finales de una manera resultadista, a algunos les funciona a otros no.

Poniendo atención a todo lo que involucra un evento de tal magnitud como el Super Bowl, o recordando las finales de las grandes competencias, pensé en porque no, un súper domingo Mx. Una final a un solo partido, todo un desmadre publicitario de la mano del evento, partido en cancha neutral, sorteado desde principio del torneo, un gran fin de semana, en tal ciudad, con descuentos en hoteles, vuelos, agencias de viaje, algún concierto, conferencias, un día de medios, la final transmitida por varias cadenas de televisión, personalidades del deporte como invitados, , presentaciones de investigaciones académicas acerca del mundo del fútbol, estrenos de películas, presentaciones de libros, en conjunto esta oferta haría que por un fin de semana una ciudad se vuelva atractiva tanto como para el aficionado de los equipos que disputan la final, como para el que su equipo dio las gracias desde semanas atrás del súper domingo, y claro que el verdadero espectáculo y emoción sean los 90 minutos o más en busca del titulo.

Es una simple idea una final así, estaría padre.



Twitter@JuanHeribertoMF